Información:
El ecodoppler, también llamado ecografía doppler dúplex, es una técnica no invasiva que permite observar el estado de los vasos sanguíneos de cualquier zona del cuerpo de forma rápida y directa. Aunque puede ser empleada en todas las zonas en las que existan vasos sanguíneos, el ecodoppler se utiliza más frecuentemente en los vasos de las piernas, los brazos, el cuello, el abdomen, la región pélvica, y en ciertos órganos como el hígado, el bazo, los riñones y el aparato genital masculino. En el caso especial de querer valorar el flujo sanguíneo de los vasos del cerebro, se utiliza la denominada doppler transcraneal, que se realiza a través de una sonda que se coloca en diversos puntos del cráneo.
La información que se obtiene del ecodoppler viene de dos fuentes por tratarse de una prueba dual:
a) Ecografía: La sonda de ultrasonidos releja la estructura de los órganos y la transforma en imagen.
b) Doppler: Los glóbulos rojos reflejan los ultrasonidos proporcionalmente a la velocidad con que irculan por la sangre, pudiendo valorar así la intensidad del flujo sanguíneo.
El ecodoppler tiene innumerables aplicaciones, que varían en función de las zonas que se estudien:
- Ecodoppler carotídeo, vertebral y de las venas yugulares (ecodoppler de los “troncos supraaórticos”): Permite detectar una obstrucción de estos vasos, debida principalmente a placas calcificadas relacionadas con aterosclerosis. Si la obstrucción es severa, puede desarrollar un accidente vascular cerebral (AVC), lo cual debe ser tratado con urgencia.
- Ecodoppler arterial y venoso de los miembros inferiores: La obstrucción de las venas de los miembros inferiores puede causar dolor y edema y, más grave aún, una embolia pulmonar en el caso de que un trombo procedente de las piernas emigre hasta una arteria pulmonar.
También permite diagnosticar la insuficiencia de las válvulas de las venas de las piernas, principal causante de la aparición de várices, y es de gran utilidad en el diagnóstico de la claudicación intermitente (el paciente sufre dolor cuando anda y cierto alivio cuando está en reposo).
- Ecodoppler renal y de las arterias renales: Indicado cuando se sospecha que la hipertensión arterial tiene su origen en un estrechamiento (estenosis) en una arteria renal.
- Ecodoppler abdominal: Permite valorar el estado de la principal vena que irriga el hígado, la vena porta, en pacientes con cirrosis. También es un método útil cuando se quiere valorar el estado de un órgano trasplantado , como es el caso de los riñones y el hígado.
- Ecodoppler escrotal y peniano: Proporciona información del estado de ciertos tumores o estados inflamatorios en los testículos, así como el por qué de la disfunción eréctil.
¿Cómo se realiza la prueba?
El paciente deberá seguir la misma pauta de preparación que con una ecografía general. En el caso de someterse a una valoración abdominal o de las arterias renales, será necesario ayunar. En el resto de los casos, no será necesaria ninguna preparación especial. Cuando se trate de un paciente fumador, deberá no fumar en la media hora anterior a la prueba, ya que el tabaco es un potente vasoconstrictor y puede interferir en la valoración.
El paciente se tumba en una camilla y se le aplica un gel conductor en la zona que se vaya a observar. El médico pasará la sonda, presionando cuando sea necesario para valorar si la pared de la vena se deforma o no bajo el efecto de la presión (en el caso de no lo hagan, por ejemplo, puede ser indicativo de que existe trombosis en ese vaso).
Cuando se valoran los vasos del cuello, el paciente deberá girar la cabeza hacia uno u otro lado, dependiendo del caso. En el caso de las extremidades, la sometida a estudio deberá estar extendida, aunque para hacer un estudio comparativo, se suelen observar ambos lados del cuerpo.
¿Existen riesgos?
No se conocen riesgos asociados al uso de esta técnica. Se trata de un método ecográfico no invasivo, seguro e inocuo para el paciente.
Ecocardiograma
Zona del cuerpo diagnosticada: Corazón.
Descripción:
Ecografía dinámica del corazón que ofrece imágenes de la actividad cardíacacon el fin de estudiar la estructura y el funcionamiento de las paredes y las válvulas.
Información:
Existen dos tipos de ecocardiograma:
Ecocardiograma transtorácico: Es el más utilizado. La sonda de ultrasonidos se desplaza sobre el tórax y la pared abdominal superior. Esto permite obtener imágenes del corazón desde distintos ángulos.
Ecocardiograma transesofágico: La sonda se inserta en el esófago a través de un endoscopio. Dado que el esófago está situado justo delante del corazón, las imágenes que emita serán de mayor calidad. Es el indicado en personas obesas.
En ambos casos, la prueba se puede realizar en reposo o después de someter al paciente a una situación de estrés, bien sea mediante ejercicio físico o mediante la inyección de un medicamento que aumente la frecuencia cardíaca. En este último caso, se habla de ecocardiograma de estrés, y sigue un proceso similar a la prueba de esfuerzo del electrocardiograma.
Este método de diagnóstico es útil para evaluar la anatomía del corazón, su movimiento y el de los flujos de sangre. Aparte, cada tipo tiene diferentes utilidades.
El ecocardiograma transtorácico permite:
Aclarar un diagnóstico de trastorno de las válvulas tras una auscultación en la que se detecten ruidos cardíacos anormales (“soplos”).
Aclarar una cardiomegália (tamaño más grande de lo normal) tras una radiografía.
Diagnosticar anomalías cardíacas congénitas.
Evaluar la función de una válvula cardíaca artificial.
Medir el tamaño de las cavidades cardíacas.
Detectar una miocardiopatía, una insuficiencia cardíaca, coágulos y tumores.
Diagnosticar una endocarditis (infección en la capa interior del corazón).
Realizar un seguimiento de una válvula cardíaca artificial y de la función cardíaca tras una cirugía,
El ecocardiograma transesofágico permite:
Estudiar un tumor en la aurícula izquierda.
Evaluar un problema de comunicación entre las diferentes cavidades cardíacas.
Ayudar en el diagnostico de una rotura de aorta.
¿Cómo se realiza la prueba?
El procedimiento es diferente según se realice una u otra:
En el ecocardiograma transtorácico, se aplica una cantidad de gel para ultrasonidos en el lado izquierdo del tórax. Se presiona la sonda contra el tórax y se va moviendo lentamente en varias direcciones. El paciente mantendrá la respiración durante unos segundos, para pasar a inspirar y espirar hasta que el cardiólogo de por finalizada la prueba. La prueba puede durar hasta treinta minutos.
En el ecocardiograma transesofágico, el paciente deberá respetar ayuno durante las seis horas anteriores. En este caso, la administración de un ansiolítico es opcional según sea el estado nervioso del paciente. El cardiólogo pedirá al paciente que “se trague” una sonda. Las imágenes comienzan a transmitirse una vez la sonda queda situada al nivel de la aurícula derecha.
En el ecocardiograma de estrés, se colocan electrodos en los brazos y las piernas del paciente, y se le realiza una primera ecografía en reposo, y otra después del esfuerzo.
¿Existen riesgos?
El ecocardiograma transtorácico está exento de riesgos.
En el ecocardiograma transesofágico, el paciente puede sufrir náuseas, molestias en la garganta, pequeñas hemorragias o dificultades respiratorias. En raras ocasiones, la sonda puede rasgar el esófago. Este método está contraindicado en pacientes que tengan el esófago delicado, bien sea por haber recibido radioterapia recientemente en él, o por padecer de várices esofágicas (común en pacientes con enfermedad hepática crónica).
En el ecocardiograma de estrés, es paciente puede sufrir mareos, hipotensión, dificultad respiratoria, arritmias o una angina de esfuerzo.